Voces desesperadas, corriendo por miles de pasajes ocultos, atropellándose por querer desembocar de lleno al mundo. Viajan desde las entrañas, desde un pensamiento vago, desde una triste poesía de amor saturado, desde un canto inocente do-mi-sol-fa-re, y cada vez son más libres. Todas ellas se encuentran afuera de este cuerpo y siguen bailando, las oigo entre los silbidos a la vuelta de la esquina, y en los sueños de un perro callejero. Anoche las vi treparse a los árboles hasta llegar a esconderse en los nidos de los gorriones, en cuanto inició el alba no dudaron en pintarse de canto-gorrión improvisado...
Voces de colores, metiéndose en todos lados, atrevidas. No sería raro que se queden charlando hasta tarde abajo de tu almohada...