-¿Qué escribís?No sé que decirte. Simplemente escribo, poesía que no rima? prosas sin sentido?
Inspiraciones, exhalaciones. Suspiros... será que utilizo todo esto para conocerme un poco más, y que me conozcas.
Con un frío invasor me dirijo hacia la parada de uno de esos bondis que no coinciden con los tiempos de cualquier persona, igual siento que voy a tener suerte. Sí, llegó rápido, subo a la nave y me doy cuenta que poca es la gente que saluda al chofer galáctico. Me siento, el paisaje esta noche feriada de lunes me resulta tan familiar. Calles que hoy no tienen nada para decir, aunque de vez en cuando, mucho para mirar. Luces tímidas, kioscos esperando algo, autos dormidos, puertas haciendo fuerza para callar, balcones flotando, y las esquinas... escenarios donde todo puede pasar. Veo el techo, pienso en llegar y mirar todo desde abajo por un rato, con los pies hacia arriba.
Una mujer aprieta el botón anunciando su descenso al asfalto. Al abrirse la puerta suelta un "Gracias"... amable Mente.
Sólo escribo la vida en pedazos, pedazos nuestros. ¿Qué? ¿cómo definen los libros la emoción de la mente, la intuición del deseo? algún día recordaré que sentí lo mismo que vos, cuando me quedé sin sueños, con ganas, sin todo, con nada, a un paso de no volver, cuando una voz me hizo reflexionar.
Cuando nos entregamos al ritmo del corazón, pulsado por la danza de esta Tierra de Agua, y bailamos... todos los que estamos aquí sabemos que la danza se siente y hechiza. Seguiremos bailando sin razones, o simplemente sin
A veces me gustaría poder escribirte algo poéticamente, líricamente bonito. No sé, no me sale.
ResponderEliminarMe sale escribirte a vos.
Y vos sos algo bonito, ergo va a ser lindo igual.
Porque cada mate que compartimos implica más que un simple líquido incorporado al cuerpo, son anéctodas, son emociones, son problemas, son opiniones, son olores, son sabores, son conocimientos, son relfejos, son hitos incorporados a mi cuerpoalma.
Porque con vos no puede ser simplista un mate.
Un desayuno.
Un beso.
Un abrazo.
Una risa.
Una canción.
En el momento que, físicamente, te tengo a mi lado, todo se vuelve una compleja aventura, de esas que dejan aún más que retoños, de esas que te dejan feliz, seguro, querido.
Porque lo transformás, con tu voz, tu risa inocente -o no-, tus canciones tararearas, tus ojos abrazando a los míos, la energía que me dedicas, podría transformar hasta un tachero facho.
Te quiero, y cada vez que veo, te quiero más, se transforma, y te quiero más.
hola ichisita
ResponderEliminartu prosa en tan genuina de vos, es como escucharte hablar al lado mío, sobre todo cuando me hablas del latido de adentro, de ese que viene desde tantas generaciones detrás nuestro, ese que es la base desde la cual partimos... qué bueno que voy a poder leerte porque escucharte no es gracia que se me conceda todos los días.
te quiero amiguita
male